Tecnología

Sábado, 18 de abril del 2020

¿Qué es un Deepfake y cuál sería su peligro en el mundo de la información?

En los últimos años una serie de avances tecnológicos basados en inteligencia artificial, lamentablemente han conseguido multiplicar la seriedad de lo que nació como una inofensiva broma.




 

Vivimos en la era de las fake news y en una era de confusión y aislamiento social. La desinformación puede ser pan de cada día y en medio de este incierto panorama están los Deepfakes, donde el engaño se hace manipulando el vídeo y el audio de manera que el receptor cree que está delante de la fuente original y ya no se hace preguntas.

Esta tecnología puede ser utilizada para suplantar identidades y atribuirles a políticos y personalidades declaraciones que nunca dijeron donde el miedo es un poderoso instrumento para controlar nuestra voluntad y manipularnos y la tecnología hace el resto.

Hoy en día a través de redes sociales o sistemas de mensajería instantánea se logran reenvíos incontrolados y su viralidad provocan caos e incertidumbre y eso lo que consiguen los bulos.

La manipulación de vídeos y audios empezó como una broma y lo deepfakes nacieron en 2017, cuando alguien con nombre de usuario "Deepfake" publicó un vídeo falso en la web. El terminó nació de la unión de dos conceptos en inglés: depp learning (aprendizaje profundo de sistemas de inteligencia artificial) y fake (falso); y fue acuñado por primera vez en un foro de Reddit, según una nota de The Economist.

Después se bautizó con este mismo término a las grabaciones pornográficas manipuladas donde aparecía la cara de alguna famosa o actriz de Hollywood para después viralizarlas y atacar a su reputación. Luego saltaron al cine y al terreno político, sobre todo en época electoral.

¿Cómo se hacen los Deepfake?

Estos vídeos, creados algunos con programas de inteligencia artificial, logran insertar el rostro de una persona en la cara de otra en cualquier tipo de escena audiovisual y modificar su voz, y hacen creer a los usuarios que una persona, anónima o personaje público, realiza declaraciones o acciones que nunca ha hecho.

La Oficina de Seguridad del Internauta de EE.UU. los clasifica en dos tipos, los Deepface, cuando se trata de superponer el rostro de una persona en la de otra y falsificar sus gestos. En algunos casos, el resultado es tan realista que resulta muy difícil identificar el engaño o fraude.

Y los Deepvoice, son cuando se trataría de unir frases y palabras sueltas utilizadas por una persona para crear un discurso. Incluso, es capaz de clonar la voz original a partir de estos fragmentos.

Cabe señalar que la detección de Deepfakes es un problema no resuelto y mientras más avanzan las técnicas para crear los vídeos, más deben avanzar los algoritmos capaces de detectarlos. Y mientras tanto nosotros, ya no podemos creer en todo lo que vemos o escuchamos.


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