La Primera Fiscalía de Lavado de Activos, dirigido en aquel entonces por el fiscal Ricardo Rojas León, encontró en mayo del 2015 otra empresa venezolana, desde cuyas cuentas habrían llegado, a través de terceros, fondos a la cuenta personal de Nadine Heredia.
Antonia Alarcón Cubas y Rocío Calderón, madre y amiga de Nadine respectivamente, recibieron un total de 87 mil 451 dólares por parte de la empresa Inversiones Kaysamak, que registra domicilio en Caracas, Venezuela, desde una sucursal del Interaudi Bank, en Nueva York.
La Fiscalía también advirtió que Calderón Vinatea, quien era alta funcionaria del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE) y colaboradora en Palacio de Gobierno durante la gestión de Ollanta Humala, obtuvo una tarjeta de crédito Visa Platinum, con una adicional a nombre de Nadine Heredia, quien era la principal usuaria.