La violencia no da tregua en Lima. Casos de robos y asaltos aumentan en la capital y los delincuentes cada vez se ensañan más con la población que no se siente segura en ningún lado y en un contexto de incertidumbe que el hampa ha aprovechado y le ha permitido ganar terreno.
Personas, sin distinción alguna, terminan gravemente heridas o afectadas producto de la violencia quejercen los malhechores.