Desde la llegada de la pandemia del coronavirus a nuestro país, el transporte público representa un alto riesgo de contagio, por lo que las bicicletas y demás vehículos de micromovilidad se han convertido en la mejor opción para cientos de ciudadanos que no pueden realizan teletrabajo o necesitan trasladarse de un lugar a otro en plena emergencia sanitaria.
Sin embargo, este medio de transporte es amenazado por irresponsables conductores que no respetan a ciclistas ni ciclovías. En nuestra ciudad reina la falta de respeto a las normas viales, donde el vivo marca su territorio y hace lo que quiere, pueden ocasionar muertes en vano producto de la imprudencia.
Por su parte, el arquitecto y urbanista Augusto Ortiz De Zevallos indicó que "se debe aprovechar la oportunidad de la pandemia en la que muchos ciudadanos empezaron a usar bicicletas para trasladarse por la ciudad, para corregir las rutas, ordenar el tráfico, reorganizar la movilidad y cambiar normativas".