El equipo de Panorama recorrió las calles de la Lima exclusiva. Las imágenes que captó nuestro lente periodístico, formarán parte del registro que recordará que, durante la era de la pandemia del coronavirus nadie tiene corona. Ciudadanos irresponsables salen de sus domicilios sin la protección mínima de seguridad, ni salvoconducto, ni motivos justificados, burlando las normas establecidas por el Ejecutivo para detener el peligroso avance del COVID-19 en nuestro país.
Hoy, referirse a mercados o centros de distribución de alimentos es referirse al caos y peligro de un posible contagio de coronavirus. Sin embargo, quienes acuden a los supermercados de las zonas más exclusivas de la capital parecen hacer caso omiso a las disposiciones del gobierno: asisten más de un mimbro de la misma familia a hacer las compras, pese a vivir a un par de cuadras utilizan su vehículo particular, incluso algunos aprovechan de llevar a su mascota para disfrutar de un ameno paseo fuera de casa. En conclusión, son ajenos a la emergencia sanitaria que ya cobra la vida de 400 personas en nuestro país.
Los rebeldes con miles de excusas justificaban su irresponsable actuar. Sin embargo, la norma es para todos, según el caso eran intervenidos y detenidos, previamente eran desinfectados por los efectivos policiales antes de subir al patrullero de la Policía Nacional del Perú. Ellos deberán cumplir con el pago de una multa de acuerdo a la infracción cometida y posteriormente responder a un proceso penal.
