La muerte de un exestudiante de ingeniería que padecía esquizofrenia, cuyo cuerpo fue encontrado 15 días después de una misteriosa desaparición, se ha convertido en un crimen sin castigo.
El joven estaba mutilado, con el rostro quemado y las yemas de sus dedos cercenadas. Por este escalofriante crimen, los familiares, una parte en Brasil y otra en Lima, se acusan mutuamente.
La Unidad Especializada en Investigación de Homicidios de la PNP tiene el caso, pues habría indicios que este caso no se trataría de un accidente sino de un homicidio.