Eduardo Calderón, dueño de Yucal, cuenta que él, su esposa y sus hijos llegaron a Lima sin contar con trabajo fijo. Es así que decidieron preparar rosquitas de yuca, las cuales eran muy populares en su tierra natal, pero no en la capital. La demanda inicial fue de aproximadamente un kilo diario; sin embargo, ahora producen no menos de 50 kilos cada día.
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