Mientras crece el número de ciudadanos venezolanos que intentan regresar a su país de origen en medio de la supervivencia por la pandemia del Covid-19, el régimen de Nicolás Maduro cambió su discurso de recibir a sus compatriotas con los brazos abiertos y ahora los considera armas biológicas importadas de Colombia y Brasil.
“Le digo a toda Venezuela que no aceptemos gente que se haya metido por las trochas y haya burlado los controles sanitarios para llegar a su casa. (…) Todo el esfuerzo que hemos hecho, para que una persona por capricho y por irresponsable llegue a contaminar a su familia. Le pido ayuda a todos los gobernadores y al pueblo. Si usted tiene un vecino llame a la policía, a la Fuerza Armada o al hospital centinela que tenga más cerca para que vayamos a buscar a esa persona”, dijo Maduro en un discurso en televisión del Estado.
Mientras la gran mayoría de países vecinos iniciaba el confinamiento obligatorio, cientos de venezolanos sin techo, comida, trabajo y sin ayuda económica se vieron obligados a retornar a su país, sin embargo la gestión de Nicolás Maduro decidió restringir el ingreso de sus nacionales a tres días a la semana, con un máximo de 400 personas por día.
Por su parte el alcalde de la ciudad venezolana de Cucutá, Jairo Yáñez, alertó que esta zona del país caribeño no está en la capacidad de atender a todos los ciudadanos varados.
“En Cúcuta no se pueden quedar. Cúcuta no está en condiciones de atender y recibir por tiempo superior a un día a estas personas”, manifestó.
