Reino Unido reporta más de 6 mil casos positivos por coronavirus y 335 fallecidos. Ante esta alarmante situación el primer ministro, Boris Johnson, ordenó el confinamiento obligatorio de los británicos por un lapso de tres semanas, para evitar la expansión de esta enfermedad.
Por motivo, el Gobierno dispuso el cierre de comercios no esenciales, el impedimento de reuniones públicas de más de dos personas que no vivan juntas y el otorgamiento de poderes a la policía a fin de hacer respetar las normas dispuestas.
Asimismo, la población solo podrá salir de sus viviendas para ir al trabajo si “es absolutamente necesario”, por razones médicas, compras, ejercicio físico o cuidar personas vulnerables.