El terremoto de magnitud 6,7 grados en la escala de Richter, registrado en la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, dejó al menos seis personas muertas y más de un centenar heridas.
El movimiento telúrico tuvo su epicentro a unos 14 kilómetros (8 millas) al noroeste de la ciudad de Surigao, con una profundidad relativamente baja de 11 kilómetros (6,8 millas), precisó Renato Solidum, del Instituto de Sismología y Vulcanología de las Filipinas.
"Aún estamos efectuando una rápida evaluación de necesidades y de daños", afirmó por su parte, Antonio Gonzales, director de la Oficina de Defensa Civil, en declaraciones a The Associated Press. De acuerdo con medios internacionales, diversos edificios e infraestructuras han sufrido fuertes daños, entre ellos el capitolio provincial, un centro comercial y dos puentes importantes.