Michael Bjorn y Mikala Klein nunca imaginaron la fama que tendría uno de sus mininos, a quien adoptaron y luego intentaron devolverlo a su refugio debido a que pensaban que no se estaba adaptando a su nuevo hogar.
Monty no podía controlar sus ganas de orinar mientras dormía. La pareja pensó que tal vez quería marcar su territorio, ya que había otros gatos en la familia.
Entonces intentaron y mandaron a Monty a otra familia donde no había otros gatos, pero se arrepintieron a último momento. Fue entonces que decidieron averiguar qué le pasaba.
El veterinario descubrió que el pequeño felino padece una alteración genética similar a las personas que tienen Síndrome de Down, que modifica su aspecto físico y hace que su carácter tenga sus peculiaridades.
Pero su aspecto no impide que sus dueños lo amen tal y como es, además Monty cuenta con más de 180.000 seguidores en Facebook y sus fotografías reciben miles de 'me gusta' todas las semanas.