En el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la Dirandro ha detenido en lo que va del año a más de cien ciudadanos, entre peruanos y extranjeros, por tráfico de drogas. En total, se ha decomisado 550 kilos de cocaína, un número que está a punto de superar la cifra del 2022.
Melissa Gladys González fue una de las detenidas antes de abordar un vuelo hacia Europa. En su caso, la policía la intervino debido a su comportamiento sospechoso. Fue descubierta con 290 gramos de cocaína ocultos en sus partes íntimas, un triste recordatorio de lo lejos que los criminales estafarán a la humanidad en su intento por comerciar con drogas ilícitas.
BUSCAN JÓVENES
Estas mafias del narcotráfico han desarrollado diversas estrategias para intentar burlar a las autoridades. Entre las tácticas más comunes se incluyen la ocultación de los paquetes de cocaína en la estructura corporal, a lo que se conoce como modalidad de momia. Otras modalidades frecuentemente empleadas son la inclusión de la droga en la estructura de las maletas y el camuflaje de la sustancia ilícita en productos comestibles que se guardan dentro de las maletas.
Particularmente preocupante es el hecho de que estas organizaciones criminales suelen dirigirse a jóvenes entre 18 y 30 años, sin antecedentes penales ni judiciales, y a menudo se aprovechan de quienes enfrentan grandes dificultades económicas. Usan las redes sociales para establecer contacto y les ofrecen sumas que oscilan entre 1,500 y 3,000 dólares por cada viaje, a cambio de transportar una o dos maletas. El destino preferente suele ser Europa, particularmente los aeropuertos de Madrid en España, París en Francia y Sao Paulo en Brasil. Sin embargo, la cantidad exacta de cocaína que se va a transportar no importa a los traficantes. En cambio, lo que pagan es el viaje en sí hacia Europa u otro continente.
Luis Bolaños, jefe de la División Portuaria Antidrogas, asegura que ya están trabajando para rastrear y desarticular estas mafias del narcotráfico.
