En San Juan de Lurigancho, la policía desarticuló una banda que explotaba sexualmente a mujeres venezolanas, que eran traídas con engaños para ser llevadas a discotecas, bares y hoteles clandestinos.
Los delincuentes engañaban a sus víctimas, quienes buscaban un futuro mejor para sus familias, con un "sueño peruano", prometiéndoles trabajo en bodegas, comercios e incluso de modelos. Cobraban 20 mil soles por llegar de Caracas a Lima.
Las mujeres, entre las que había incluso menores de edad, permanecían secuestradas en una habitación con llave hasta pagar su deuda. Los sujetos las llevaban en autos a distintos hoteles de la capital bajo amenaza.
Ellas finalmente fueron rescatada por la Brigada Especial contra la Criminalidad Extranjera.