La muerte del afroamericano George Floyd, de 46 años, no solo despertó la indignación en los Estados Unidos, sino, en el mundo entero, el caso se ha convertido en un estandarte para levantar la voz en contra de las injusticias.
En las últimas horas, miles de ciudadanos en el Reino Unido, Holanda y Nueva Zelanda, se sumaron a las manifestaciones contra la violencia policial y el racismo.