La policía intervino a una familia que se dedicaba a extorsionar a empresarios ganaderos y comerciantes. La peligrosa banda estaba integrada por dos policías y sus familiares que, incluso, utilizaban chalecos de la Fiscalía para engañar a sus víctimas.
Según las investigaciones, esta mafia pedía la suma de 100 mil soles a un ganadero a cambio de no intervenirlo por el supuesto delito de tráfico de drogas.
Tras su captura, la jueza del juzgado de investigación preparatoria de Puerto Inca dispuso los 9 meses de prisión preventiva para los investigados.