Cientos de ciudadanos se hicieron presentes en distintos puntos del Centro de Lima. Ellos tenían la intención de llegar a las inmediaciones del Parlamento y de Palacio de Gobierno, pero la Policía Nacional impidió su avance.
Pese a ello, los manifestantes continuaron movilizándose en rechazo a la vacancia presidencial y en contra de la juramentación de Manuel Merino.
La manifestación se mantuvo hasta altas horas de la noche, y algunos infiltrados, dentro de las protestas, dejaron a su paso muchos daños materiales, como algunos centros bancarios con los cajeros automáticos destruidos.