En medio de la pandemia del coronavirus, los comerciantes formales que trabajan en la vía pública regresaron a sus módulos de comida con estrictos protocolos de seguridad.
Esta vez los conocidos platos, como la sopa seca y la chanfainita, o postres, como el suspiro a la limeña y la mazamorra morada, podrán ser degustados pero para llevar.
De otro lado, el alcalde Jorge Muñoz dio a conocer que estos negocios se están reactivando gradualmente, ya que existen más de 2000 puestos en toda la ciudad.