Han pasado 17 años desde el trágico accidente de Mesa Redonda, en donde murieron 277 personas y 500 quedaron heridas o desaparecidas; sin embargo, hoy en día, se sigue comerciando pirotécnicos, los cuales fueron la principal razón de este desastre.
La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), incautó seis toneladas de pirotécnicos apilados en cajas, los cuales se guardaban en un almacén ubicado en la cuadra 16 de la avenida Salaverry, Jesús María.
Eran 701 cajas con producto deflagrantes que si bien eran de venta autorizada, estaban atiborradas, lo que podría generar un accidente. La Sucamec continúa con operativos para evitar que se venda estos productos cuya comercialización está prohibida, pues son sumamente peligrosos.
Por ser informales, estos productos podría, incuso, explotar en la mano de la persona que los manipula. Si uno de ellos llega a a explotar en la mano de una persona o niño, se debe evitar colocar cremas o medicamentos, porque podría ser contraproducente, solo se debe usar agua para refrescar la herida.
