En las playas de São Paulo y Río de Janeiro en Brasil, la pandemia de la COVID-19 es irrelevante. El último fin de semana los balnearios lucieron abarrotados de miles de bañistas, quienes decidieron desafiar todas las medidas de bioseguridad establecidas por las autoridades sanitarias para evitar posibles contagios.
Los bañistas se instalaron en la arena con sillas y sombrillas a pesar de que las autoridades lo habían prohibido. Mientras que otros bajo el buen clima, se animaron a jugar fútbol. Miles de brasileros se divirtieron durante el fin de semana, aprovechando el feriado del último lunes, declarado con motivo de la Independencia del país.
Por su parte, el presidente Jair Bolsonaro encabezó la ceremonia oficial frente al Palacio de Gobierno, en donde alrededor de 500 personas, entre ministros y altos mandos militares, participaron del acto.
En las últimas 24 horas, Brasil reportó 10 273 nuevos contagios de coronavirus y 310 muertes.
