Rusia es otro de los países que se ha sumado en la lucha para frenar el avance de la COVID-19 en el mundo. En ese sentido han iniciado con las pruebas clínicas de su vacuna experimental en 18 voluntarios.
Dichos ensayos están a cargo del Ministerio de Salud y el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Nikolai Gamaleia, los mismos que se realizaron en el hospital militar de Burdenko, en Moscú.
Por su parte, las autoridades sanitarias rusas esperan tener lista una vacuna para septiembre, mes que iniciarían su producción.