Como parte del desconfinamiento y para reactivar su economía recibiendo turistas, las autoridades de Italia decidieron abrir las fronteras internas y externas.
De esta manera los ciudadanos de otras partes de Europa podrán moverse sin restricciones por las diversas regiones del país y sin que se les imponga ningún tipo de cuarentena.
A esto se suma que los controles de seguridad para ingresar a territorio italiano serán extremos, pues los pasajeros tendrán que estar con mascarillas, se les tomará la temperatura y tendrán que respetar el distanciamiento social.
Cabe mencionar que el turismo representa el 13% del producto bruto interno (PBI) de Italia y a causa de la pandemia ha registrado al menos 20 millones de euros en pérdidas.