Desde este lunes 11 de mayo las autoridades de Nueva Zelanda tomarán una serie de acciones para reactivar la economía, pero bajo ciertas medidas preventivas, a fin de evitar la propagación del COVID-19.
La práctica de actividades deportivas, vuelos nacionales, reinicio de clases y las reuniones sociales estarán incluidas. Justamente en este último tema, precisaron que solo un máximo de 100 personas podrán juntarse.
Esta nueva fase dejará que restaurantes y bares operen, pero bajo rigurosas medidas de bioseguridad. En pocas palabras, esta decisión permitirá que más personas regresen a sus centros laborales y que la economía vuelva a funcionar.