Estados Unidos. Un impávido ladrón entró a robar una tienda encargada a un fornido vendedor. El malhechor se encontraba armado con un revolver y decidió asaltar el lugar menos indicado para salirse con la suya.
Pese a que el ladrón, en un primer momento, parecía mantener controlado su acción delictiva debido a que exigía con vigor al encargado la entrega de todo el dinero de la caja registradora. No supo preveer que el fornido vendedor esperaba un instante de distracción para que se le fuese encima y le propiné tremenda paliza.
Finalmente, el empleador inmovilizó hasta la llegada de los policías.