Nuevos estudios y videos en las redes demuestran que algunos gatos bien socializados en su periodo crítico (es decir, que se han criado con niños) son incluso más indulgentes con los menores, que algunos adultos. La práctica demuestra que los animales, interpretan a los niños como seres frágiles y vulnerables y, por ello, los tratan de manera diferente a cómo lo harían con cualquier otra persona.
Este hecho se da, fundamentalmente, entre el animal y el gato de la casa. Probablemente, lo que tolera a su pequeño propietario, no lo consienta de manos de otro niño desconocido y prefiera huir y esconderse.
En la siguiente nota sea testigo de gatos amorosos, acurrucados al lado de bebés, acunándolos hasta dormirlos suavemente donde el ronroneo del gato apacigua y calma a los pequeños, favoreciendo el descanso.