España se encuentra en alerta tras haberse reportado un caso de rabia canina, el primero en territorio peninsular desde 1978. Un perro mordió a cuatro niños y a un adulto cerca de la ciudad de Toledo antes de ser abatido por la Policía.
Los análisis del cadáver dieron positivo para esa enfermedad y las víctimas están recibiendo tratamiento. Pese a las medidas, un comunicado del Ministerio de Salud dijo que el riesgo posterior de infección en humanos es muy bajo.