El empresario Miguel Oyola López, recluido en el penal Sarita Colonia del Callao, donde cumple una condena de siete años por contrabando, señaló que pagó hasta 13 mil dólares en sobornos a César Hinostroza y Daniel Peirano, en el marco del caso 'Los Cuellos Blancos del Puerto'.
El diario El Comercio publicó este lunes 2 de setiembre que pudo acceder a cartas de Oyola desde el penal, donde afirma que en 2010 pagó los sobornos a los expresidentes de la Corte Superior de Justicia del Callao para agilizar trámites y liberar 947 autos usados retenidos en Islay, Arequipa.
Cabe señalar que le ley prohíbe la importación de vehículos que tengan una antigüedad de más de cinco años. Indican que más de la mitad de autos inmovilizados pertenecían, además, a César Cataño, investigado por lavado de activos provenientes del narcotráfico.
El socio de Oyola, David Arcondo, había presentado una medida cautelar para recuperar los autos en agosto de 2009. En ese año, según Oyola le fue presentado Peirano, entonces presidente de la corte del Callao. El 11 de diciembre y 5 de enero de 2010 se emitieron dos resoluciones judiciales.
Dichas resoluciones, emitidas por la jueza Dora Carhuamaca, titular del Segundo Juzgado Civil del Callao, permitieron el ingreso de la flota. Oyola afirmó que, junto con Arcondo, entregó una camioneta Honda y 10 mil dólares a Peirano “como pactamos”.
Por su parte, el sucesor de Peirano en el cargo, César Hinostroza, recibió en 2010 otros 3 mil dólares “para reforzar al juez”, tras enterarse del proceso. Según El Comercio, el fiscal supremo provisional, Jesús Fernández, tomó la declaración de Oyola, tras abrir investigación a Peirano y otros por las resoluciones de la jueza Carhuamaca.
Mientras el exempresario afirmó que teme por su vida y ya ha sido víctima de atentados, Peirano, consultado por el medio, negó haber recibido el dinero. Aunque posee una camioneta con las características señaladas, dijo que fue comprada con sus ahorros “mucho después”.
César Cataño, por su parte, negó estar involucrado en el caso. Ni la secretaria de Arcondo, ni los familiares de Carhuamaca, ni el abogado de Hinostroza, respondieron.
