Desprecio por la vida, asesinatos a sangre fría, dos muertes: un peruano y un venezolano han sido el pretexto perfecto para la declaratoria de guerra entre criminales que está derramando sangre, peligrosos delincuentes están prestos a matar cruelmente.
En la inmensidad de los buenos venezolanos y peruanos ha nacido un conflicto entre sicarios que repercuten en las calles de Perú. Se trata de enfrentamientos entre pequeños grupos criminales, que aprovechan la situación para saldar viejas cuentas o pelearse por un territorio.
San Juan de Lurigancho, Los Olivos y el Callao serían los distritos en los que sicarios actúan en plena vía pública y a cualquier hora del día.
La muerte del venezolano Orlando Abreu en Trujillo conmocionó el país. Recibió tres balazos por negarse a pagar un cupo de S/.5, esto sería el motivo de su cruel muerte. El responsable un asesino peruano que desató una ola de mensajes incitando a la violencia.
La muerte del joven peruano Silvano Cántaro a manos de ciudadanos venezolanos en Colombia indigno al país. Familiares, amigos y conocidos exigen que se haga justicia, que los responsables paguen por la muerte y que cese la guerra que seguirá cobrando la vida de más inocentes.