La ley de la Calle

21/04/2018

Testimonio de personas que usan la marihuana para fines medicinales

Hoy La Ley de la calle te trae dos historias, vidas paralelas que tienen una cosa en común: necesitan cannabis para aplacar sus males.




¿Qué harías para salvarle la vida a un ser querido? Hoy La Ley de la Calle te trae dos historias, vidas paralelas que tienen una cosa en común: necesitan cannabis para aplacar sus males.

Francesca Brivio, periodista, talentosa y llena de vida. A los 30 años se dio cuenta que sus malestares eran más intensos cada y su cuerpo no era el mismo. Es así que después de nueve meses sin diagnóstico alguno salió del país en busca de una respuesta.

"Es un desorden en las células mastositos, mastocitosis sistémica (...) Esto en su forma agresiva es como una leucemia a las células mastositos", expresó. Hizo a un lado sus planes de vida para dedicarse íntegramente a su salud. Fue así como fue recetada, de manera diaria, con aceite de cannabis para darle una mejor calidad de vida.

Por esta razón, su lucha es una sola: ayudar a difundir el mensaje. "Es un opción médica y tengo todo el derecho a usarla. No es un pensamiento mágico religioso, es una medicina científicamente comprobada", ratificó.

Esta lucha no distingue clases sociales, raza, ni la gravedad de la enfermedad. Es así como llegamos donde Anthony, un niño de 18 años que sufre de Esclerosis tuberosa y Síndrome de Lennox. Esta enfermedad deteriora cada vez más su sistema neurológico, atrapándolo en el cuerpo de un niño de seis años.

Su madre Ana Álvarez, recuerda que la primera vez que su hijo convulsionó fue a las 4 años. "Tiene pequeños tumores que le pueden salir en diferentes órganos. A mi hijo le salió en el cerebro, en el parietal izquierdo, y eso hace que él convulsione", manifestó.

Importar cada frasco de medicina le costaba 230 euros y solo le duraba un mes. "Es una impotencia ver como la vida de tu hijo se va deteriorando, sin poder hacer nada. Estaba desesperada, le preparé un mate de marihuana y un día y medio no convulsionó. Entonces, supe que ese era el camino", sostuvo.

Y así fue, Anthony ya podía caminar sin ayuda, comer por si solo y hasta bailar. Francesca, Anthony y Ana buscaron por años una solución y la encontraron. A ellos el cannabis medicinal les cambió la vida y hoy luchan por el derecho de intentar y buscar una esperanza.


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