A pocas semanas de las fiestas de fin de año, el caos y la congestión vehicular se apoderan de Lima. Bocinas, largas colas de vehículos y el malestar de miles de conductores, es lo que se padece cuando se maneja en la capital.
Pese a la presencia de la policía de tránsito en algunas zonas, los conductores en su apuro de llegar a sus lugares de destino, se trasladan de un carril a otro generando mayor caos circular.
Los transeúntes también cruzan las calles, incluso cuando los vehículos están en marcha, arriesgando sus vidas e integridad.