Cerca de 200 policías llegaron esta mañana a las inmediaciones del restaurante Costa Verde para desalojar a un grupo de trabajadores que se atrincheraron en la azotea del local, en su intento por evitar la ejecución de una orden judicial.
Los trabajadores lanzaron botellas, piedras y sillas a los agentes policiales. Esto motivó a que la policía utilice bombas lacrimógenas a fin de restaurar el orden y ejecutar el desalojo.
La decisión de desalojo era una medida ordenada por el Segundo Juzgado Civil de Lima, que había fallado a favor de la Municipalidad de Barranco, en el litigio que mantiene con los ocupantes del local.
La procuradora pública municipal distrital, Claudia Córdova, advirtió que se informó a los trabajadores del restaurante sobre el inminente desalojo, ocasionando la repuesta violenta de parte de estos.