En Estados Unidos, el presidente Joe Biden declaró "desastre mayor" en Texas, uno de los estados más golpeados por la tormenta invernal que ha dejado hasta el momento 61 muertos, y dispuso fondos especiales para ayudar a los millones de afectados.
En los últimos días, el temporal de frío ártico dejó a oscuras a millones de usuarios, aunque se ha ido restableciendo el suministro eléctrico. Asimismo, colapsó el servicio de agua y varios condados quedaron aislados por la intensa nieve que cubrió las carreteras.
Según se conoció, más de 13 millones de personas, cerca de la mitad de la población de Texas, necesitarán subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de casas, préstamos de bajo costo para cubrir las pérdidas de propiedades no aseguradas, etc.