Los bomberos evitaron hoy que los incendios forestales, avivados por los fuertes vientos y las altas temperaturas llegaran a las áreas suburbanas de Canberra, la capital de Australia, lanzando retardante de fuego desde el aire para crear una línea defensiva de 2,5 kilómetros de largo.
Las tres descargas del retardante rosado crearon la línea a lo largo de la parte inferior de una montaña al sur de Canberra, dijeron autoridades, agregando que hay más lanzamientos planeados para este domingo.
Esta mañana hubo temores de que los incendios llegasen a los suburbios del sur de Canberra, amenazando hogares y vidas como ocurrió en 2003, cuando los incendios destruyeron casi 500 casas y causaron cuatro muertes, informa La Tercera.
El territorio declaró el estado de emergencia el viernes de cara a las condiciones cálidas, las temperaturas podrían exceder los 40 grados centígrados, y las ventosas, más de 120 k/h, que se esperan durante el fin de semana.
Desde setiembre, los incendios forestales de Australia han causado la muerte de 33 personas y unos 1.000 millones de animales nativos. Unas 2.500 casas fueron destruidas y más de 11,7 millones de hectáreas de matorrales han sido arrasadas.
