El Gobierno de Brasil ha impuesto multas de alrededor de 100 millones de reales, que equivalen a US$ 24 millones, a todos aquellos involucrados con la desforestación y comercialización ilegal de madera en la Amazonía.
Las multas se aplicaron a aserraderos, comerciantes ilegales de madera y agricultores que estuvieron vinculados con los recientes incendios en la mayor selva tropical del mundo.
El resultado del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Brasil junto con bomberos, policías y peritos de las regiones que forman parte de la Amazonía brasileña, se han aplicado multas por 94.6 millones de reales, e incautado 18 mil 400 metros cúbicos de madera extraída ilegalmente.