El régimen norcoreano realizó el ensayo la noche del sábado en la localidad de Kusong, al norte de Pyongyang, desde donde un misil recorrió más de 700 kilómetros antes de caer en aguas del Mar de Japón, por lo que sería una prueba exitosa.
Se trata del primer ensayo armamentístico de este tipo en dos semanas, y tiene lugar después de que el pasado miércoles asumiera su cargo el nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in Moon, quien se mostró a favor de un diálogo con Norcorea.
Por sus ensayos nucleares, la nación sufre desde hace años castigos diplomáticos y económicos, los cuales se han ido endureciendo progresivamente hasta desatar verdaderas hambrunas en el país, algo que al parecer no desanima al gobierno.
La ONU convocó a una reunión urgente que en principio se celebraría el próximo martes, para abordar la nueva prueba balística de Corea del Norte, que no se detiene en sus ensayos pese a las advertencias de nuevas sanciones.
El mandatario Donald Trump pidió castigos más duros contra Corea del Norte tras su último ensayo de misil, que alarma pues resultó exitoso. "Que esta última provocación sirva de llamado a todas las naciones para implementar sanciones mucho más fuertes", dijo.
