Un gato secuestró a toda una familia en Estados Unidos [FOTOS y VIDEO]

Aunque se trata muchas veces más que de amigos, de miembros de nuestra familia, hemos de reconocer que nuestras mascotas nos han hecho perder la paciencia en más de una ocasión, pero ¿qué pasa cuando ocurre exactamente lo contrario y son ellas las que pierden el control?

Este caso, que es de esos que uno no creería sin pruebas, ocurrió en 2014 en Portland, Estados Unidos. Aquí, un gato de unos 10 kilos llamado Lux prácticamente secuestró a toda una familia (incluido el perro), que tuvo que encerrarse en un cuarto y llamar a la policía para no sufrir la ira del animal.

El hecho ocurrió una tarde de domingo, cuando el bebé de Lee Palmer y Teresa Barker, de solo siete meses de edad  fue arañado en la cara por Lux. El puntapié que el padre le dio al gato, para su sorpresa, no lo asustó, sino que lo enfureció más.

La situación escaló al punto en que la aterrada familia con su perro, se puso a salvo en un cuarto, desde donde llamaron al 911. “¡El gato se volvió loco! Está tratando de atacarnos. Es muy muy muy muy agresivo”, decía la grabación, que también registró los gruñidos del furioso animal.

Tras confirmar que el bebé no necesitaba asistencia médica, la operadora consultó con la policía si era posible enviar una patrulla. Quien finalmente llegó hasta el lugar fue el sargento Pete Simpson. Cuando las autoridades llegaron, el felino de raza himalaya huyó hacia la cocina.

Tras ser capturado, el animal fue puesto tras las rejas, es decir, en una jaula para mascotas. Así relató los hechos la policía: “La operadora del 911 se quedó al teléfono con la familia, quienes permanecieron junto a su perro en la habitación por su propia seguridad”.

“(Cuando arribamos) el gato intentó huir de la escena. Tras capturarlo el felino fue dejado bajo la custodia de la familia, tras lo cual los oficiales de policía continuaron su labor de combatir el crimen en otros lugares”.

La familia decidió quedarse con el gato y llevarlo a una terapia para superar sus ataques de ira, por lo que esta historia acabó con un final feliz… ¿o tal vez no?