Uno de los casos más misteriosos de Escocia aún no puede ser resulta. Han pasado 50 años y un puente de Dumbarton sigue siendo sinónimo de tragedia, sobre todo para los perros.
Sucede que esta construcción es conocida en el mundo por ser el lugar donde los perros se suicidan. La mayoría de caninos que han saltado al vacío han sido Collies, Retrievers y Labradores.
El puente fue construido en 1895 y, según teorías paranormales, en 1994, un lugareño lanzó a su bebé desde lo alto. Aunque él no se pudo suicidar, habría dejado una energía negativa muy poderosa en el lugar tras la muerte del infante.
Según algunos especialistas, los perros, al reconocer una energía de manera más sensible que los humanos, recogerían las vibraciones más fácilmente, por lo que saltarían sin dudar desde el puente.
Sin embargo, la ciencia trató de acabar con la leyenda. Según un experimento de Rupert Sheldrake, los perros perciben los sentimientos de sus dueños, pero ninguno de los propietarios tenía sentimientos suicidas cuando sus mascotas se lanzaron, algo que desconcierta aún más a investigadores. Este es parte de un reportaje reciente de National Geographic sobre el extraño fenómeno.
