Tras haber registrado niveles máximos de contaminación atmosférica hace dos semanas, al empresario Cheng Guangbiao no se le ocurrió mejor idea que vender aire puro enlatado. El reconocido filántropo y multimillonario repartió aire enlatado a los transeúntes de una concurrida calle de Pekín para luego venderlas a 5 yuanes (US$ 0.8).
En dichas latas se podía observar una caricatura suya y la frase: "Chen Guangbiao es un hombre bueno". Con ello, asegura que su intención fue criticar al gobierno y las grandes empresas de "crecer a toda costa a expensas de nuestros hijos y nietos, y sacrificar nuestro medio ambiente".
Otros de los productos que más se venden son mascarillas que cuestan alrededor de US$20 y purificadores de aire a US$100, ofertadas incluso en la web, lo que evidencia el fracaso de los funcionarios y el gobierno de conseguir un crecimiento más sostenible.