Sus ocurrencias sorprenden a todos, la timidez ya no existe y hoy los engreídos de la casa muestran su talento para el baile frente a todos.
Sus pasos y graciosas coreografías son la delicia de sus padres y familiares, que no dudan en grabar los bailes para la posteridad.
Solos o en grupo los pequeños se mueven al ritmo de la música con gran destreza y habilidad, que incluso invita a bailar a los adultos.