Un terrible incendio forestal que azota con fuerza el municipio de Pedrógão Grande, ubicado en el centro de Portugal, ha cobrado la vida de al menos 62 personas, la mayoría de las víctimas han muerto en sus coches atrapadas por las llamas cuando intentaban huir.
Cientos de familias se han visto obligadas a abandonar sus viviendas, muchas de ellas han sido reducidas a cenizas. Un millar de agentes tratan de controlar las llamas y se informó que han llegado refuerzos desde Setúbal, Lisboa y Coímbra.
Desde la plaza San Pedro, el Papa Francisco lamentó la noticia y pidió a los fieles rezar por las victimas mortales y damnificados del incendio, que ya ha sido catalogado como la mayor tragedia en cuanto a vidas humanas se trata en Portugal.