Fútbol

Sábado, 26 de octubre del 2019

Hermanas y rivales: las gemelas que se enfrentan en la final del fútbol femenino

El fútbol femenino se alista a hacer historia este sábado a la 4 PM con el clásico a jugarse en el Estadio Nacional. Sin embargo, la historia de la hermanas Canales es un partido aparte.

Hermanas y rivales: las gemelas que se enfrentan en la final del fútbol femenino

El fútbol femenino se alista a hacer historia este sábado a la 4 PM con el clásico a jugarse en el Estadio Nacional. Sin embargo, la historia de la hermanas Canales es un partido aparte.




Un clásico aparte. Este sábado 26 el fútbol femenino en nuestro país hará historia con la final de la Zona Lima a disputarse en el Estadio Nacional, entre Alianza Lima y Universitario de Deportes. Sin embargo, otra historia digna de contarse es la de las hermanas Canales.

Y es que las gemelas Xiomara y Xioczana, quienes desde hace 20 años comparten mucho más que el apellido, vivirán su propio duelo, cada una defendiendo una camiseta distinta de los ‘compadres’ ¿Cómo pasó? Ellas mismas lo contaron.

“A inicios de año también me llamaron de Universitario, pero elegí Alianza porque se acomoda a mis horarios de estudios”, dijo Xiomara en una entrevista con El Comercio. “Nunca me dijo que se iría a la otra vereda, pero así es el fútbol”, replica Xioczana.

Ambas entraron a este deporte gracias a su padre, Alex Canales. Xioczana fue la primera en ingresar a las canchas a pesar de las críticas. Su especialidad es atacar, encarar y driblear. Xiomara se quedó con la defensa para nivelar el juego.

El problema ocurrió cuando se hicieron rivales, pues ambas destacaban por la banda derecha. Ya se enfrentaron hace poco en el primer clásico y Xiomara, quien cursa el cuarto año de la carrera de Tecnología Médica en Terapia Física y Rehabilitación, salió ganando.

“Ella conoce todos mis movimientos y se aprovechó de eso para detenerme. Para el segundo tiempo le pedí al técnico que me cambie de banda. No podía pasarla”, confiesa Xioczana. Hoy a las 4 PM se juegan la revancha como debe ser: con garra, alegría y un abrazo de hermandad listo para el pitazo final. Foto: César Campos/El Comercio.


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