Un golazo no es suficiente. Irán supo dar batalla hasta el final este lunes en el Mordovia Arena de Saransk y le robó el empate 1-1 a un Portugal que ni con Cristiano Ronaldo tuvo la contundencia que se esperaba para quebrar la muralla que levantó la defensa persa.
El partido se tornó de ida y vuelta y, aunque las llegadas de Irán se tornaban más claras, la inexperiencia a la hora de concretar también. Fue recién al final del primer tiempo que los lusos pudieron marcar por pura jerarquía.
Ricardo Quaresma, tras recibir el balón, hizo pared con un compañero y se metió en diagonal para rematar desde la línea del área con el borde externo del pie. La mando al segundo palo en una soberbia definición que batió por fin a Alireza Beiranvand en el minuto 45.
En la segunda mitad la figura no varió mucho e incluso se decantó más para los chicos de Carlos Queiroz. Un penal cometido hacia el minuto 50 y previa revisión del VAR hizo que Beiranvand se reivindicara atajándole nada menos que a CR7.
Además en el minuto 74 Azmoun fue derribado por Fonte dentro del área, pero el árbitro prefirió no revisar el VAR. Portugal no podía con el candado persa hasta que, por el minuto 90, llegó una mano de Soares dentro del área que también fue descubierta gracias al VAR. Penal para Irán.
Ya eran los 93’ del partido cuando Karim Ansarifard marcó venciendo a Rui Patricio. Sobre los segundos finales una jugada de Irán llegó a asustar a Portugal, pero no hubo tiempo para más. Queiroz logró poner en aprietos a su propio país con un equipo que es revelación en este Mundial.
Portugal logró pasar a octavos de final en el segundo lugar del Grupo B con 4 puntos. España, que empató 2-2 con Marruecos, logró ir primero con 5. Los favoritos no existen en Rusia 2018.
