La Carretera Central, principal ruta de acceso a esta zona del país, es sinuosa, vertiginosa y peligrosa. A diario transitan por ella más de 7 mil vehículos y, a pesar de que la muerte acecha en cada curva, los hospitales aquí no están capacitados.
El hospital de San Juan de Matucana es el único entre Junín y Chosica, pero no cuenta con unidad de trauma shock ni cuidados intensivos, y tampoco equipos para realizar una placa de rayos x. Las intensa lluvias han hecho colapsar los techos, generando humedad y hongos en las paredes.
En el pueblo San Jerónimo de Surco, solo existe una pequeña posta. Una segunda problemática es el traslado de los heridos. Cada segundo es crucial, así como el adecuado equipamiento de la ambulancia. En Lima, luego de viajar hasta cinco horas por la carretera, los hospitales muchas veces no pueden atender a los pacientes.
Mientras tanto, el hospital nuevo de Lima Este Vitarte en Ate, completamente terminado y equipado, sigue esperando que el Ministerio de Salud lo reciba para ponerlo en funcionamiento. Este hospital podría salvar la vida de los accidentados en la Carretera Central.