La ciudadana venezolana, que trabaja desde hace seis meses en la casa de apuestas de San Martín de Porres, arriesgó su vida por su trabajo al enfrentarse a un sujeto que ingresó a robar.
El hombre se acercó a la mujer para sustraer el dinero de la caja, pero, cuando escuchó su voz, reconoció que era un cliente asiduo, y en medio de la confusión comenzó a preguntarle qué pasaba y le quitó la máscara que traía puesta.
Efectivamente se trataba de un ladrón que se había hecho pasar por cliente y durante siete meses había estudiado todos los movimientos del negocio. Al ser ser descubierto se llenó de ira y agredió brutalmente a la trabajadora que hoy por hoy teme por su vida.
En declaraciones para Buenos Días Perú, la víctima, que prefirió mantener su rostro oculto, asegura que se siente amenazada ya que el hombre le prometió asesinarla.