Como cada dos de agosto miles de fieles alimentaron el alma con la tradicional sopa bendita conocida “puchero” y como años anteriores se sirvió una vez más en el marco de la fiesta de la “Porciúncula”, una celebración ancestral religiosa que se realiza en nuestro país desde el año 1900.
La importante tradición católica se celebra todos los años en el Convento de los Descalzos del Rìmac y desde muy temprano llegaron los fieles para hacer interminables colas e ingresar al convento donde se realizó una misa solemne y luego la repartición del tan ansiado y delicioso puchero.
Cabe resaltar que esta fecha es especial en el calendario católico porque representa la oportunidad perfecta para que todos los creyentes obtengan el perdón por sus pecados y se reconcilien con Dios.
Como indicó el fraile Roque Chávez del Convento de los Descalzos, es la tradición franciscana del perdón de asís, que se celebra en todo el mundo, donde se conmemora cuando San Francisco pidió al Papa para que todo cristiano que entre a una iglesia con fe y rece salga libre de sus culpas.
Se dice que donde come uno fácilmente pueden comer dos o tres y mejor aun si se tiene el corazón grande y generoso, lo cual sobra en esta celebración donde más de 3,500 platos de sopa lograron ser servidos en esta fecha tan especial para la iglesia católica.
