La localidad francesa de Gallargues Le Monstueux, soportó la temperatura más alta de su historia al llegar a 45.9 grados Celsius. Un récord que casi fue alcanzado por la ciudad de Carpentras, en Francia, donde se registró 44.3 grados de temperatura.
Esta situación complica el día a día de los franceses, pues hasta caminar es insoportable tanto para humanos como para animales. Cuatro mil escuelas han cerrado y se suspenderán actividades al aire libre, ahora lo único que tiene gente son las playas, piscinas y las fuentes, incluso en las noches.
Pero España también afronta una ola de calor extremo, con temperaturas superiores a los 43 grados. Este fenómeno climático ha generado que el calor encienda el estiércol y produzca un incendio forestal en Cataluña que se sumó a otro en Toledo.
Esta infernal ola de calor ya ha causado la muerte de ocho personas, dos en España, dos en Italia y cuatro en Francia.