Con el rostro desencajado y sus manos esposadas cubiertas por una prenda, la lideresa de Fuerza Popular fue sorprendida cuando llegó temprano a la sede de Lavado de Activos del Ministerio Público para participar de una audiencia a la que fue citada. Inesperadamente, la policía la esperaba en el primer piso de la entidad para notificarle la orden de 10 días de detención preliminar que procedía en su contra.
Keiko Sofía Fujimori Higuchi fue trasladada de inmediato a la sede de la División de Delitos de Alta Complejidad ubicado en la Prefectura de Lima. Allí se sometió a toda la tramitación de ley, firmó documentos y en todo momento estuvo acompañada de su abogada.
Mark Vito, su esposo, quien también estuvo a lado de Fujimori al momento de la detención, expresó su malestar. “(…) Creo que esta injusticia ha llegado a su punto máximo. Esto no es justicia, esto es político”, afirmó Vito.
Hasta la sede de la avenida España llegaron algunos simpatizantes de Fuerza Popular que respaldaban a Keiko Fujimori. Por otro lado, Giuliana Loza, abogada de Fujimori, cuestionó la medida tomada por el Juez Carhuancho. “(…) actúen con imparcialidad y objetividad y no base a meras suposiciones y especulaciones. En este caso, no existe elemento de convicción ni prueba alguna en su contra”, aseguró la defensa de Fujimori Higuchi.
Siete horas después de conocerse la detención, Kenji Fujmori se pronunció a través de sus redes sociales, indicando que “lamentaba profundamente” la situación que atraviesa su hermana y su familia.
Luego, Keiko Fujimori sorprendió a la opinión pública al difundir una carta que habría escrito a mano desde al sede de la División de Delitos de Alta Complejidad por Twitter. Allí afirmó que “la persecución se ha disfrazado de justicia” y que la detención se habría realizado sin pruebas.
Durante la tarde, la lidereza de Fuerza Popular fue trasladada a la sede de la Sala Penal Nacional para la diligencia de control de identidad.
