Desde Estados Unidos, Alejandro Toledo ofreció una entrevista a la cadena CNN, donde e reafirmó al decir que no recibió soborno alguno de la constructora brasileña Odebrecht. En otro momento, el expresidente aseguró que es un perseguido político y se calificó como la "oveja negra" de nuestro país. Este pronunciamiento generó una serie de reacciones en el Congreso de la República.
Para la parlamentaria del Frente Amplio, Marisa Glave, Toledo Manrique no es un perseguido político como quiere hacer creer a la comunidad internacional, sino un requisitoriado por la justicia peruana. Y le exhortó regresar al país para que responda por los delitos que se le acusa: recibir 20 millones de Odebrecht y por lavado de activos en el caso Ecoteva.
Por su parte, el legislador aprista Mauricio Mulder calificó de mentiroso al expresidente de la República, quien negó haber recibido dinero de empresas brasileñas. El congresista aseguró que la estrategia de Toledo Manrique es dilatar el proceso para que pueda gozar de su dinero con total impunidad.
Como se cuerda, la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, anunció que el Gobierno intentará unificar los delitos de Alejandro Toledo para solicitar su extradición desde Estados Unidos. Se trata de una estrategia judicial para lograr la detención del expresidente en tierras norteamericanas.
