El refugio “Sin fronteras” en el distrito de San Juan de Lurigancho en Lima, alberga a 95 ciudadanos de nacionalidad venezolana, entre ellos 45 niños y 10 adultos mayores. La preocupación se apodera de quienes viven en el albergue, tras el temor de que uno de ellos sea portador del nuevo coronavirus, pues todos podrían contagiarse debido a lo hacinados que se encuentran.
Madres de familia, con niños pequeños incluso algunos de meses consideran que son necesarios más alimentos que no llegan en las donaciones que envían diferentes organizaciones de ayuda social, algunos de los productos que requieren es leche y suplementos alimenticios para los más pequeños.
Los adultos mayores manifiestan que no llegaron a ser vacunados contra la neumonía, al dirigirse al centro de salud se les hizo esperar muchas horas, y se les indicó que la prioridad eran los ciudadanos peruanos, por lo que las vacunas no alcanzaron para ellos.
Hoy 860 mil venezolanos viven en el Perú, el 90% de ellos trabaja de manera informal y ganan a diario tan solo lo suficiente para subsistir, es por eso que hoy sin ahorros y sin tener la posibilidad de salir a las calles y trabajar se convierten en una de las poblaciones más afectadas ante la expansión del COVID-19.
Por su parte, el embajador venezolano en Perú Carlos Scull señaló que la mayoría de los venezolanos presenta problemas para adquirir alimentos y pagar el alquiler de los espacios que alquilan para vivir, incluso algunos de ellos han tenido que dejar sus viviendas. Hizo un llamado a la solidaridad y flexibilidad de los arrendadores para que los venezolanos no sean desalojados y lleguen a un acuerdo de facilidades de pagos, no se trata de dejar pagar el alquiler se trata de establecer acuerdos, indicó el embajador.
