A pocas semanas de la Navidad, cientos de personas que acuden a diario al principal centro abastecedor de arreglos para el hogar, el Mercado Central, corren peligro ante un inminente incendio o emergencia de gran magnitud.
Como registraron las cámaras de Panamericana, las pistas están atiborradas de gente. No hay espacio para que un carro de serenazgo transite todo en frente de los fiscalizadores que observaban sin inmutarse cómo los ambulantes han tomado prácticamente todas las veredas y aceras.
Una realidad que en cualquier momento se podría convertir en tragedia, como la que se vivió el 29 de diciembre del 2001, cuando un incendio de grandes proporciones en Mesa Redonda, provocó la muerte de 277 muertos y 100 personas fueron reportadas como desaparecidas. Entre las víctimas se encontraron comerciantes y taxistas.