El caso de una adolescente con discapacidad que había terminado con múltiples lesiones en el rostro tras ser empujada por su compañero de habilidades especiales cuando se encontraban en el patio de su escuela, en Magdalena, no pasó desapercibido para las autoridades, luego que se conociera que los trabajadores de dicha institución mintieron sobre cómo ocurrieron los hechos, pues en un primer momento habían manifestado que la menor se había caído sola.
“Ya estamos con la familia, con el respaldo psicológico, con la asesoría debida y en estos momentos vamos a hablar para conseguir la resonancia magnética para la fecha que haya indicado el médico”, indicó Gloria Montenegro, ministra de la Mujer.
Como se recuerda, le hecho se produjo al interior del colegio de educación especial “Corazón de María”, cuando los profesores mantenían una reunión con la directora y solo se encontraba una persona a cargo de los alumnos.
Tras el incidente, en vez que la muchacha sea llevada a un centro de salud para atender sus lesiones, la dejaron en un salón de clases mientras se quejaba de dolor. Posteriormente las autoridades del plantel llamarían a sus padres, quienes indagarían sobre cómo ocurrieron el accidente, pues una profesora les afirmaría que la menor se cayó de su silla de ruedas, algo que no era cierto luego de revisar las imágenes de las cámaras de seguridad.
